John Milkovisch, un tapicero jubilado del Ferrocarril del Pacífico Sur, comenzó su proyecto ahora conocido como Casa de latas de cerveza en 1968, cuando comenzó a incrustar miles de canicas, rocas y piezas de metal en concreto y secoya para formar elementos de jardinería únicos. Cuando todo el patio delantero y trasero estuvo completamente cubierto porque "se cansó de cortar el césped", se volvió hacia la casa y comenzó a agregar revestimiento de aluminio, es decir, revestimiento de aluminio para latas de cerveza. Durante los siguientes 18 años, la casa desapareció bajo una cubierta de latas de cerveza aplastadas por razones tanto prácticas como decorativas. Las guirnaldas hechas de latas de cerveza cortadas que colgaban de los bordes del techo no solo hicieron que la casa cantara con el viento, sino que también redujeron las facturas de energía de la familia. Ripley's Believe It or Not estimó que más de 50,000 latas adornan este monumento al reciclaje.
 
John consideraba que su trabajo era un pasatiempo agradable más que una obra de arte, pero disfrutaba de la reacción de la gente ante sus creaciones. Una vez dijo: "Me hace cosquillas ver a la gente detenerse en seco. Se avergüenzan. A veces dan la vuelta a la manzana un par de veces. Más tarde regresan con un coche lleno de amigos...".
 
La casa y el paisaje están adornados con muchos tipos diferentes de cerveza que John mismo bebió (¡aunque sus vecinos y su esposa, Mary, siempre estaban felices de echar una mano!). ¿Prefería una marca a otra? Su cerveza favorita siempre fue "Whatever's on special".

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